Video ríada río Yuna, Los Quemados, Bonao

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La esperanza que se fue y nos dejó vida

Por Dr. César Aquino Arias, ND, Biol.

Corría el año 1970 todavía no llegaba al mundo el niño Jeffrey Lee, sin saber que debería entregar su vida a luchar por la preservación de las tierras de sus ancestros, prácticamente a partir del momento de su nacimiento en 1971 se daba inicio a una historia de amor a la naturaleza como nunca vista. El señor Jeffrey Lee de la región de Koongarra en Australia, miembro del clan Djok y custodio de dicha zona, caminaba cabizbajo por los polvorientos caminos de las tierras de sus ancestros. Le inquietaba de qué, prácticamente era el último de los descendientes de su etnia y en la tierra donde vivieron y fueron enterrados todos sus antepasados, había una mina de uno de los minerales más atractivos para las grandes mineras del mundo. Pues una de las reservas más grande de uranio a nivel mundial se encuentra en el subsuelo de la misma.

Las ofertas de compras empezaron a llover por doquier, todas prácticamente muy tentadoras. Hasta tal punto que al día de hoy dichas reservas están valoradas en más de 5 billones de dólares. De tal forma que Jeffrey Lee podría ser hoy uno de los hombres más ricos del planeta. Después de sufrir con espantos y meditar sobre el futuro, tomó la decisión de no vender o ceder sus tierras, sin importar las presiones de todos los tipos.

Entonces empezó un nuevo camino y decidió no vender su primogenitura por un plato de legumbres. Valoró en su justa dimensión el valor de sus tierras no por el metal contenido en ellas y su valor en dinero, sino más bien por su valor cultural, etnológico, ecológico y de preservación para la vida de las futuras generaciones de australianos y el mundo. Inició un largo camino que culminó con la declaración de sus tierras hechas por los legisladores australianos que la convertían en el World Heritage Kakadu National Park (Parque Nacional Kakadu), a principio del presente año. Esto evitó su explotación y él siguió siendo el mismo ser humano simple y sencillo de siempre, con la conciencia tranquila de haber hecho lo correcto.

Mientras tanto varios meses después, en un pueblito del nuevo continente, tierra del cacique Bonao en los tiempos de la conquista, una nube sombría se teje sobre las cabezas de sus habitantes, que acostumbrados por décadas a recibir unos cuantos gramos de metal convertido por la ilusión pasajera en papel moneda, sienten el temor de perderlo. Pues para muchos es la única forma de vida que conocen ignorando que los caminos de la vida son multifacéticos y que sus esperanzas de vida y su sustentación deben estar en el más alto de todos los seres. En el supremo demiurgo del universo, en el que conoce al dedillo nuestros amaneceres, atardeceres y anocheceres, aquel que dijo "Haya luz y hubo luz". Aquel que en el principio creó los cielos y la tierra. Aquel que dijo "mía es la tierra y su plenitud y todo lo que en ella hay. Ilusiones vanas tenemos aquellos que nuestra confianza hemos depositados en la inteligencia del ser humano, pues ella pertenece al tiempo y no perdura. Solo permanece la palabra sagrada, pues óigase bien todo pasará menos la palabra empeñada por nuestro creador.

Exhortamos a todos aquellos que de una u otra forma esta situación momentánea nos está tocando, que fijemos nuestras esperanzas en el más grande de todos los tiempos, en el hijo bien amado del Padre, nuestro señor Jesucristo, y todos esos temores y aprehensiones desaparecerán, porque mayor es el que está con nosotros que el que está con ellos.

No nos hagamos falsas ilusiones los recursos mineros son recursos no renovables., es decir tienen un tiempo de disponibilidad limitado, se agotan, se acaban, después de un tiempo de extracción. Recordemos en todo Dios tiene propósito, aun en situaciones que no alcanzamos a entender y que sentimos que nos lastiman. La tierra y el universo nunca se han detenido en su accionar, tampoco lo harán ahora, simplemente nuevas alternativas vendrán, quizás menos destructora de la naturaleza, menos contaminante y más acorde con lo que debe ser un aprovechamiento más racional de los recursos naturales con que Dios premió a la provincia Monseñor Nouel y al Cibao Central.

Finalmente que hago con níquel, plata y oro, si corrompe mis sentidos y me aleja de Dios. Pues las riquezas se las comen las polillas y los reinos de este mundo son efímeros.

Recordemos como muy bien dice el Salmo 24:1-2: "Del Señor es la tierra y su plenitud, el mundo y los que habitan en él. Porque él la fundó sobre los mares, y la afirmó sobre las aguas".

El fundamento de la tierra es el agua y la vida misma fue afirmada sobre las aguas y sin ella no hay vida, como señalan las sagradas escrituras. Entonces piense usted que realmente vale más el agua o el brillo de los metales. El avance de los pueblos debe estar sustentado principalmente en sus recursos renovables, pues estos perduran para toda la vida, si se aprovechan de forma racional.

Debemos asimilar que nada puede atemorizarnos si nuestra confianza está puesta en nuestro creador Dios, no podemos ser personas de poca fe, pues sin fe es imposible agradar a Dios. Adelante permítete soñar y pensar, y sobre todo tener la fe de que mañana será un día mejor que el de hoy.