Es una
especie originaria de toda la América tropical. Se le encuentra desde Mexico,
América Central, Sur América y las islas del Caribe. Es común en toda la isla
de La Hispaniola y las demás antillas. Es nativa de la República Dominicana
donde crece espontáneamente y también es cultivada. La bija es conocida como
achiote en Perú y urucum en Brazil, otro nombre popular es annato.
Se desarrolla
bien entre 100 y 1500 msnm, aunque su mejor desarrollo se consigue en zonas de
no más de 500 msnm. Muy abundante en el valle de Bonao y la toda la provincia
Monseñor Nouel.
Es un
árbol de la familia Bixaceae. Generalmente alcanza de 2 a 8 metros de altura; a
veces alcanza hasta los 12 metros, muy ramificado. Hojas alternas, aovadas,
acuminadas, truncadas o redondeadas en la base, enteras. Las flores se organizan
en inflorescencias paniculadas terminales, con pétalos rosados o blancos,
caedizos, sépalos con escamas pardas, obtusos. Frutos en capsulas ovoidea a
globosa de 3 a 4 cm. Los frutos presentan en su superficie espinas blandas.
Semillas numerosas, con pulpa rojo – naranja.
Las
semillas contienen: vitamina A, vitamina C, vitaminas del complejo B como
riboflavina, tiamina y niacina, proteínas, carbohidratos, ácido
salicílico, treonina, triptófano, hierro,
cinc, calcio, fósforo, luteína. Además contiene pectina, carotenoides, β –
carotenos, los pigmentos bixina, metil bixina y norbixina, terpenos como
geranil - geraniol, farnesil acetona y
tocotrienol (es uno de los compuestos de la vitamina E, con fuerte acción
antioxidativa, ayuda a evitar cáncer, tumor y problemas del corazón).
De esta
planta se usan las hojas y las semillas principalmente. Tradicionalmente la
bija se ha utilizado desde la antigüedad, los Mayas lo usaban para colorear
alimentos, como cosmético para resaltar su belleza, como repelente de insectos
y también en sus trabajos artesanales. Las tribus indígenas de la amazonía
también la vienen utilizando desde hace mucho tiempo. Estos indígenas lo usan
principalmente para tratar: problemas de la piel, disentería, problemas del
hígado, hepatitis, como digestivo, para suprimir ataques de tos, para la acidez
estomacal, quemaduras y para limpiar el colon, entre otros.
Hoy día se utiliza tópicamente para
problemas de la piel, también quemaduras. En procesos gripales, fiebres.
También para desbaratar golpes internos por sus efectos desinflamatorios y
cicatrizantes. Tradicionalmente se ha usado también para detener hemorragias
internas. Su contenido en el pigmento bixina le confiere propiedades
hepatoprotectoras y antioxidativas. Combate los radicales libres por lo que
puede ayudar en caso de cánceres. Otro uso de la bija es como repelente de
insectos. Se usan decocciones de las hojas
para problemas de la próstata, hipertensión
y colesterol alto. Se usan las infusiones de las hojas para tratar las
infecciones vaginales.
Algunos de los usos que
tradicionalmente se han hecho de la bija han sido probados a través de estudios
de laboratorios. Demostrándose en muchos casos la efectividad asegurada durante
siglos de usos y en otra ocasiones descubriendo propiedades nuevas. Así se ha
encontrado que esta ayuda a bajar la presión arterial, ayuda en problemas
estomacales como cólicos, diarrea, estreñimiento, gastritis, falta de apetito e
indigestión; pues baja la secreción de ácidos estomacales. El extracto acuoso de
las hojas y la corteza neutralizan las hemorragias internas, estudios in
Vitro utilizando extracto de flores y
hojas han encontrado efectividad como antibacterial principalmente en contra de
Escherichia coli y Estafilococus, pero también contra Neisseria gonorrhoeae, Trichomona
vaginalis, Bacillus subtilis, Staphylococcus aureus, Streptococcus faecalis,
Cladosporium cladosporioides, Microsporum gypseum y Tricophyton mentagrophytes. Esto apoya su
uso tradicional para tratar la gonorrea. También se afirma que los pigmentos de
la bija pueden acelerar el metabolismo de las grasas, reduciendo triglicéridos
y el colesterol LDL o colesterol malo.
También las semillas en decocción se
utilizan para debilidades generales, para la diabetes, problemas respiratorios
como asma, amigdalitis, dolores de cabeza, gripe, hepatitis y gonorrea. La raíz
en decocción se usa en caso de ictericia, oliguria, diabetes y gonorrea. El
aceite de la semilla de bija ha sido usado con cierto éxito para tratar la
lepra.
La
bija por su muy elevado contenido en tocotrienoles ayuda a combatir el cáncer
de páncreas, seno, próstata y piel. Además, se ha encontrado que previenen de
manera muy eficaz los accidentes cerebro vasculares y su consumo disminuye la
probabilidad de padecer de diabetes tipo 2.
La bija es considerada por muchos
como un superalimento dada su versatilidad de usos y sus aplicaciones fitoterapéuticas
comprobadas, entre las que destacan sus acciones como: antioxidante, antiparasitaria,
antimicrobiana, antigonorreica, antimalaria, antimutagénica, antitumoral,
antiagregante plaquetario, antihemorrágica, antiulcerosa, antiinflamatoria
cicatrizante, diurética, digestiva inmunomodulara, hipoglicemiante,
hipolipemiante, hepatoprotectora, hipotensiva, gastroprotectora y vasorelajante,
entre sus muchas propiedades.
Se ha demostrado que la Bija no provoca
alteraciones patológicas en el ser humano.
Modo de Empleo
Uso interno
Decocción.-
De las hojas, media taza dos o tres veces por día para problemas de próstata,
vías urinarias, colesterol elevado e hipertensión.
Como
diurético se utilizan las semillas en decocción o infusión
Semillas
molidas de 5 a 10 mg dos veces por día
Uso externo
El
extracto de las semillas se utiliza aplicado sobre la piel en caso de
quemaduras, ampollas y también como
repelente de insectos.
Precauciones y
contraindicaciones
Aquellas
personas tomando antihipertensivos deben tener cuidado ya que la bija podría
potencial sus efectos. También los diabéticos ya que puede elevar los niveles
de azúcar en sangre.
Se
aconseja no tomar los extractos de las hojas durante embarazo y lactancia, ya
que estos podrían inducir contracciones uterinas, de acuerdo a un estudio
realizado con ratas.
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