Desde
el crisol de los tiempos los cereales han constituido parte esencial en la
alimentación del ser humano, uno de los más utilizado con propósitos
alimenticios ha sido el trigo. En sentido general un grano típico de cualquier
cereal está formado por:
Germen
o embrión, es la parte más tierna y frágil del grano.
Endospermo,
que es la parte harinosa o feculenta que envuelve al germen y que le da los
nutrientes necesarios para su desarrollo.
Testa,
es la capa externa laminar que recubre el grano, proporciona nutrientes y
vitaminas.
Pericarpo
o Cáscara, es la capa mas externa y de cierta dureza, pues protege a la
semilla. Está formada por fibras de vegetales, generalmente celulosa.
El
trigo como los demás cereales contiene en sus semillas una parte llamada germen o embrión; que es la parte que
germina, que nace; es la parte viva del grano y que contiene todos los
nutrientes necesarios para el crecimiento de la futura planta.
Hoy
día la gran mayoría de las harinas que consumimos y los diferentes productos
que se obtienen a partir de los cereales como el trigo, la avena, el arroz, se
obtienen a través de procesos de refinamientos y pulidos, en el que se eliminan
partes muy importantes del grano como el mismo germen y el salvado. El germen
es la parte más nutritiva de los granos, esto lo hace una parte imprescindible
para nutrirnos de forma efectiva cuando consumimos cereales.
El
germen de trigo es la parte más tierna del grano y cuando lo observamos
detenidamente lo diferenciamos del resto del grano. Es un alimento muy rico en
nutrientes principalmente:
Vitamina
E (tocoferol) 13.5 mg, que es un poderoso antioxidante
Vitaminas
A, C, K
Vitaminas
del complejo B (B1, B2, B3 o niacina, B6, y ácido fólico).
Proteínas
(23 %)
Acidos
grasos esenciales (9.7 %), como ácido linoleico y alfa linolénico (omega 3).
Lecitina
Acido
lipoico
Enzimas
como la superóxido dismutasa, de poderosa acción antioxidativa.
Octacosanol,
es una sustancia que se encuentra en el germen y el aceite de trigo, esta
aumenta notablemente la resistencia a la fatiga y el rendimiento de los atletas
de una forma natural.
Minerales
(en 100 g) hay de: fósforo (842 mg), calcio (39 mg), magnesio (239 mg), hierro
(6.26 mg), potasio (892 mg), manganeso, cobre, cobalto, molibdeno, selenio,
sodio (12 mg) y cinc (12.3 mg).
Fibras
(13.2 g/100g)
Debido
a su gran riqueza en nutrientes como lecitina y ácido lipoico, es muy útil para
mejorar el metabolismo de las grasas.
Conviene para los que tienen
hiperlipidemias (aumento de grasa en la sangre). Ayuda a reducir altos niveles
de colesterol y los triglicéridos, así como a prevenir su acumulación. Es muy
bueno su consumo para aquellas personas con trastornos del sistema nervioso, en
los que se hace necesario una dosis extra de vitaminas del complejo B, como en
casos de astenia o cansancio, depresión, estrés, nerviosismo, etc.
En
casos de necesidades especiales de nutrientes como embarazo, lactancia,
crecimiento y después de cirugías, conviene aumentar el consumo del germen de
trigo.
También
es muy útil para aquellas personas con problemas de esterilidad, ya que su gran
riqueza en vitamina E, favorece la producción de espermatozoides y óvulos, con
lo que aumentarían las probabilidades de fertilización.
El
germen de trigo además ayuda a prevenir las enfermedades coronarias como
infarto al miocardio y las anginas de pecho. Pues por su gran acción
antioxidativa detiene la degeneración de las células, el envejecimiento y la
arteriosclerosis. Tiene efecto antidiabético se cree que por la acción
combinada de la vitamina B1 y la E, con efecto similar al de la insulina. Se
recomienda tomar entre cuatro y cinco cucharadas de germen de trigo cada día,
para ayudar a reducir niveles excesivos de glucosa en la sangre y la orina.
Favorece
su consumo además para mejorar la salud de la piel, el pelo y las uñas. Por lo
que es aconsejable en casos de enfermedades de la piel y las mucosas. Conviene
a los intelectuales y a toda persona que haga mucho trabajo mental, pues su
alto contenido en vitaminas del complejo B favorece el fortalecimiento del
sistema nervioso central.
Se
aconseja incluir el germen de trigo en la alimentación infantil y del lactante,
para favorecer un mejor desarrollo del metabolismo completo, esto ayuda al
organismo en el proceso de crecimiento y desarrollo.
En
los últimos tiempos se ha determinado que el germen de trigo contiene una
proteína llamada lectina, que impide el crecimiento y la fijación de parásitos
a las paredes intestinales que causan diarrea. Específicamente las
infestaciones por Giardia lamblia o
giardiasis que causa gastroenteritis infecciosa,
y otros tipos de parasitosis.
Tanto
el salvado de trigo como el germen son considerados en los procesos
industriales de refinación como subproductos, que anteriormente se destinaban
al consumo animal, pero luego de investigarse la calidad y cantidad de
nutrientes, empezó a destinarse también al consumo humano.
Del
germen de trigo se extrae aceite, que se utiliza tanto para ingerirlo como en
productos para la belleza. Este debe ser extraído en frío para conservar la
vitamina E, valga señalar que mucha de la vitamina E natural es extraída del
germen de trigo. Su riqueza en omega 3 y 6 solo es superada por el lino y la
chía.
La forma más adecuada de consumir el germen de
trigo es en su forma cruda, espolvoreándolo sobre las comidas, ya sean dulces o
saladas, debe hacerse siempre en el plato ya servido, nunca durante el proceso
de cocción. Pues se perderían la mayoría de sus nutrientes. Lo mismo lo puede
mezclar con los cereales,
ensaladas, jugos, batidas, yogur, leche, etc.
El
germen de trigo debemos utilizarlo como suplemento nutritivo para apoyar la
buena alimentación y nutrición de nuestro cuerpo. Esto contribuirá de forma
decisiva a que podamos mantener una buena salud y por tanto una mejor calidad
de vida.
Forma de uso
De
2 a 4 cucharadas por día.
Fuentes:
Roger,
Pamplona., 2007.- El poder medicinal de los alimentos.- Editorial Safeliz.-
España.- 383 págs.